Cirugía láser de próstata

Se utiliza un láser para disolver (evaporar) el exceso de tejido de la próstata y agrandar el canal urinario.

Se utiliza un láser para cortar o extraer el exceso de tejido que bloquea la uretra, luego se utiliza otro instrumento para cortar el tejido de la próstata en pequeños pedazos que se extraen fácilmente.

La HoLep es similar a la cirugía abierta de próstata pero no requiere incisiones, esta extirpa la totalidad de la parte de la próstata que pueda bloquear el flujo de orina. Este tratamiento brinda una solución duradera para los hombres con agrandamiento de la próstata; también conserva el tejido extirpado para que pueda ser analizado en el laboratorio para detectar otras enfermedades, como por ejemplo el cáncer de próstata.

Al igual que con otros tipos de cirugías láser de próstata, la HoLEP puede ofrecer una recuperación y alivio de los síntomas más rápidos en comparación con la cirugía de próstata tradicional. Menos del 2% de los hombres que se realizan el tratamiento por HoLep deben volver a tratarse por síntomas urinarios.

La intervención consiste en la introducción de una fibra del láser que genera luz verde con una longitud ultracorta; esta eleva la temperatura del tejido a 100 grados, lo que hace que se vaporice. La diferencia principal es que no se corta y coagula, sino que se vaporiza, por lo que el sangrado es menor. Si por casualidad aparece una hemorragia, el láser puede bajarse de temperatura (60 grados) y realizar pulsos de coagulación.

Existe menor riesgo de sangrado y la intervención gracias al endoscopio permite que «el paciente pueda ser dado de alta con rapidez. Después de la intervención se le coloca una sonda para que limpie y no se formen trombos, y se puede marchar a casa en pocas horas.